¿Revanchismo, de qué género?

El artículo se titula “Revanchismo de género” (El País, 19-11-09) pero en realidad debería titularse “...y luego dirán que las violan”, que es lo que se deduce de la opinión que le merece la campaña del Ministerio de Igualdad al escritor Enrique Lynch.
Y la campaña no puede ser más ingenua, una chica posa con “mirada diáfana, sonrisa displicente y un poco altanera” (Lynch dixit); acompañada de un eslogan: DE TODOS LOS HOMBRES QUE HAYA EN MI VIDA NINGUNO SERÁ MÁS QUE YO.
La verdad, lo que me cuesta entender es la candidez con la que el Ministerio quiere “mentalizar” a las jóvenes de que una mujer vale lo mismo que un hombre y que no hay razón para que se dejen someter.
Realmente es patético que a estas alturas de la historia de nuestro Estado democrático de derecho tengamos que templar gaitas con campañas tan descafeinadas. Pero si este mensaje tan sencillo no le ha llegado a gente instruida, como el autor del artículo, se confirma desgraciadamente, todo el camino que nos queda por andar.
En la mente de much@s está la famosa “sentencia de la minifalda”, en la que se exculpó a un agresor porque la mujer “iba provocando” (y otras muchas del mismo jaez) que dio lugar a múltiples y apasionadas controversias acerca de la falta de sentido común de algunos jueces.
Luego el autor hace referencia a letras de canciones en las que las mujeres se liberan de sus hombres (por el motivo que sea, basta con dejar de querer, no hay nada de revanchismo en eso, creo yo, a no ser que el autor sea de los que piense que la pareja sea "hasta que la muerte nos separe", pase lo que pase). Pero Lynch, como en el caso del juez de la minifalda, encuentra a las mujeres, cómplices de la violencia que se ejerce contra ellas. Y así lo da a entender: tres nuevas canciones de esta guisa y la tasa mensual de asesinatos de mujeres acabará por triplicarse”;
disculpando el único revanchismo que existe, nos asedia, y nos mata;
el que atenta contra la igualdad genérica y la dignidad humana;
en definitiva el que procede de individuos que piensan como él.

Automáticamente se me ocurre otro eslogan, para contestarle a Lynch, que coreaban las feministas de los años 80: “Ni es la minifalda, ni es el pantalón -o una canción- en la mente machista, está la provocación”.
Y siguiendo con eslogans, abro mi blog a distintas propuestas para el Ministerio de Igualdad, para que se animen con campañas más contundentes, porque está claro que la cosa light sólo enardece a las mentes calenturientas.
Me acuerdo de uno que lanzábamos a los gallitos o a los que practicaban escape libre, en los tiempos de instituto: “Tu potencia es tu impotencia”; también adecuada para la DGT.

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